PLANETA. Para preservar nuestros ecosistemas acuáticos y su diversidad biológica, es fundamental adoptar medidas para combatir esta contaminación. Se pretende “mejorar la calidad del agua reduciendo la contaminación, eliminando el vertimiento y minimizando la emisión de productos químicos y materiales peligrosos, reduciendo a la mitad el porcentaje de aguas residuales sin tratar y aumentando considerablemente el reciclado y la reutilización sin riesgos a nivel mundial”.
*Una reducción de la contaminación pasa también por conocer su origen y efectos. En función de su naturaleza, existen varios tipos de contaminantes, químicos, como abonos, pesticidas, detergentes, aceites o disolventes; físicos, como radiaciones de residuos nucleares o emisiones de calor; sólidos, como plásticos, madera o trozos de roca; y biológicos, como microorganismos procedentes de las aguas residuales domésticas.
*La humanidad vierte en los medios acuáticos “cantidades tan grandes de contaminantes que los procesos naturales de reciclaje y depuración del agua se hacen inviables y, por ejemplo, en mares más cerrados como el Mediterráneo los efectos de los diferentes tipos de contaminación son más potentes”.
*En la actualidad, existe un continuo deterioro de las aguas costeras, debido a la contaminación y la acidificación de los océanos, que está teniendo un efecto adverso sobre el funcionamiento de los ecosistemas y la biodiversidad, y que también está afectando negativamente a la pesca de pequeña escala”.
*Para combatirlo, propone administrar las áreas marinas protegidas de manera efectiva y contar con recursos suficientes y regulaciones que ayuden a reducir la sobrepesca, la contaminación marina y la acidificación de los océanos.
*Así las cosas, cabe reflexionar acerca de nuestra actitud con respecto al agua del planeta, tanto la dulce como la salada, que promueva el respeto hacia el entorno y el medio ambiente.
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